Ácaros


Los ácaros (Acari o Acarina, del griego akarés, «diminuto», «que no se corta») son una subclase de arácnidos, aunque durante mucho tiempo fueron considerados un orden. Existen casi 50.000 especies descritas, y se estima que existen entre 100.000 y 500.000 especies que todavía no han sido clasificadas.La mayoría de los ácaros son diminutos y alcanzan unos pocos milímetros de longitud; el ácaro de los folículos humanos mide solo 0,1 mm (menor que algunos protozoos) y los ácaros del polvo doméstico miden entre 0,2 y 0,5 mm; ambos son, pues, microscópicos; en el otro extremo, los ácaros de terciopelo alcanzan longitudes de 10 mm.
 
Los ácaros son uno de los grupos más antiguos de animales terrestres, se conocen fósiles suyos del Devónico Inferior, hace unos 400 millones de años.Hay ácaros en medios terrestres y acuáticos, incluso en el medio marino. Son en su mayoría depredadores, pero los hay fitófagos, detritívoros y parásitos.
 
Algunos ácaros tienen importancia económica al ser parásitos de plantas, de animales (como las garrapatas de las abejas melíferas del género Varroa) y del ser humano (como el ácaro arador de la sarna), o el ácaro del polvo (Dermatophagoides farinae) causante de alergias.El cuerpo está dividido en dos tagmas o regiones. La región anterior, llamada gnatosoma en los ácaros parasitiformes y proterosoma en los acariformes, la captura e ingestión del alimento se hace gracias a los quelíceros.

 

La forma primitiva, que es la que presentan muchas de las especies actuales, es la quelado-dentada; la quela o pinza está formada por un segmento distal móvil que se articula con el dedo fijo. Hay una gran variedad de quelíceros de este tipo, de los cuales pueden hacerse derivar los tipos derivados (perforadores, chupadores). Algunos grupos pueden utilizarlos para transferir espermatozoides o para anclarse durante la foresia (transporte pasivo de una especie a otra).
 
Los pedipalpos constan de una a cinco segmentos. Sirven para localizar y manipular el alimento y por ello están dotados de mecanorreceptores y quimiorreceptores. Su aspecto recuerda a pequeñas patas más o menos modificadas (anteniformes, raptoras, reducidas a muñones, etc.). Las patas constan de siete artejos (coxa, trocánter, fémur, genu, tibia, tarso y pretarso); en los acariformes las coxas forman parte del cuerpo; los ixódidos presentar órganos de Haller en los tarsos del primer par de patas, que son agrupaciones de setas que forman camòs especialmente sensitivos.
 
Los ácaros tienen hábitats muy diversos y han colonizado casi todos los ambientes, tanto terrestres como dulceacuícolas y marinos (hasta los 5.000 m de profundidad), incluso los más extremos como los polos y las altas montañas, los desiertos, el suelo hasta una profundidad de 10 metros, aguas termales con temperaturas superiores a 50 °C.

 

En un metro cuadrado de suelo en un bosque boreal de coníferas se encontraron más de 1 millón de ácaros pertenecientes a 200 especies distintas de al menos 50 familias.

 

Muchos ácaros se alimentan de plantas (musgo, helechos, hojas, tallos, flores y frutos), de líquenes y microorganismos, de otros artrópodos y de otros ácaros. Muchos viven sobre los cultivos y son temibles plagas (como la araña roja) o útiles agentes biocontroladores de esas plagas (como los fitoseidos).Los mamíferos y las aves son hospedadores de innumerables especies y también muchos reptiles y algunos anfibios. Los insectos, en especial los que construyen nidos o viven en hábitats semipermanentes como madera en descomposición o excrementos, son hospedadores de muchas especies comensales, parásitas o mutualistas.
 
Viven entre dos y tres meses, en los cuales realizan una o dos puestas de huevos, las cuales suelen contener entre 20 y 40 huevos. Los periodos más propicios para la reproducción son la primavera y el otoño.Los síntomas de la alergia a los ácaros del polvo pueden incluir congestión o goteo de la nariz con estornudos (particularmente en la mañana), picazón y lagrimeo de los ojos, tos, silbido al respirar y enrojecimiento de la piel.Para que se dé una sensibilización a los ácaros, es necesario una tasa de antígeno Der p1 superior o igual a 2 micras por gramo de polvo doméstico. Se calcula que la sensibilización a los ácaros está entre el 10 y el 20 por ciento de la población general, son los responsables de la mayoría de los casos de alergias nasales y asma alérgica perenne.

 

También tienen un papel importante en la dermatitis atópica. Se han descrito algunos casos de anafilaxia por ingestión de alimentos contaminados por grandes cantidades de D. farinae ( harinas, pizzas, pescado y legumbres, entre otros).

 

 

La subclase Acari se divide en dos superórdenes :

 

Acariformes (Actinotrichida):

 

Incluimos aquí familias muy dispares entre si:

 

Tetranychidae:

 

Tetranychus urticae

Destacamos aquí a la araña roja de los cítricos (Tetranychus urticae), creadoras de estructuras de seda donde se protegen. La araña roja se instala en el envés de la hoja alimentándose del jugo celular de la capa superficial de la misma (chupa la savia de la planta) Cada hembra adulta puede poner 100-120 huevos, con una frecuencia de 3-5 huevos/día y puede llegar a colonizar jardines o cultivos enteros tapizándolo todo.

 

Su vida puede durar entre 20-28 días, mientras que la vida de un macho se acorta hasta los 14 días. El acaro rojo de los cítricos (Panonychus citri) apenas forma telarañas y el Acaro rojo oriental (Eutetranychus orientalis) visible a simple vista unos 0,4 mm.

 

Eriophyidae:

 

Eriófido de los bulbos o tulipanes (Eriophyes tulipae) hiberna sobre las plantas hasta que sube la temperatura es uno de los ácaros mas perjudiciales del mundo por su capacidad de transmitir enfermedades provocados por virus y su amplia variedad de dieta.

 

Tarsonemidae:

 

destacamos aquí la Araña blanca de los invernaderos (Polyphagotarsonemus latus), se desarrolla muy deprisa completando una generación en unos 7 días. Ácaro del fresal o del ciclamen (Steneotarsonemus pallidus) que necesita escasa luz y humedad muy alta para su desarrollo.

 

Acarididae:

 

Ácaro de la harina (Acarus siro) posee un ciclo rápido pasando de huevo a adulto en unos10 días, viviendo los adultos entre 30 y 50 días.

 

Parasitiformes (Anactinotrichida):

 

Comprenden dos familias y son conocidas vulgarmente como garrapatas.

 

Ixodidae:

 

garrapataEsta familia engloba a las garrapatas de cuerpo duro atacan a numerosos mamíferos, incluido el hombre.Las garrapatas no son insectos sino arácnidos de la subclase Acari (ácaros) y el superorden Parasitiformes. Las garrapatas, son parásitos hematófagos (se alimentan de sangre) se encuentran a menudo en la hierba alta, donde esperan en el extremo de una hoja para intentar engancharse a cualquier animal que pase. Una idea falsa muy común es pensar que la garrapata es capaz de saltar de la planta al huésped, pero el único método de transmisión es el contacto directo.

 

Pueden esperar semanas o incluso meses antes de hallar un huésped adecuado. Cuando se encuentran con uno apropiado trepan sobre él (algunos se dejan caer desde la vegetación alta), y por medio de sus quelíceros, perforan la piel y empiezan a succionar sangre; su cuerpo se hincha y cuando está lleno, la garrapata se suelta.

 

Dentro de los Ixodidae también llamadas de cuerpo duro encontramos dos géneros :

 

Ixodes:

 

Ixodes ricinus

Que se encuentran en ambientes con humedad alta y temperaturas no muy extremas, destacando la especie “Ixodes ricinus” que parasita a mamíferos como rumiantes, roedores y carnívoros, incluso a aves, distribuyéndose por todo el norte de España.

 

 

 

Rhipicephalus:

 

Rhipicephalus sanguineus

Adaptados a ambientes mas áridos y temperaturas mas elevadas, destacando aquí la garrapata parda del perro “Rhipicephalus sanguineus”es la más importante ya que se encuentra distribuida por toda la península y es la más frecuente en nuestras ciudades.

 

 

 

 

Argasidae:

 

Esta familia engloba a las garrapatas de cuerpo blando que parasitan fundamentalmente a las aves.Dentro de los Argasidae destaca la especie “Argas reflexus” que parasita a palomas y otras colonias de aves estando sobre todo en la zona de cría, encontrándose en cualquier región de España.En su boca, las garrapatas tienen una estructura que les permite engancharse firmemente al lugar del que están chupando sangre. Lo primero que hay que aclarar es que la mayoría de las picaduras de garrapatas son inofensivas, no conllevan la transmisión de gérmenes patógenos; además, aunque inoculen gérmenes, la mayoría de las veces no se manifiestan síntomas de la enfermedad.

 

Eso sí, una vez detectada la garrapata se debe retirar lo antes posible, sin precipitación, pero sin dejar pasar tiempo innecesario. Se deben descartar métodos tradicionales como el uso de alcohol, aceite, vaselina, petróleo, esmalte de uñas u otros productos, porque crean una especie de película alrededor de la garrapata que impide que respiren, lo que parece acelerar la regurgitación de sangre.

 

Tampoco deben cortarse, quemarse y sobre todo no se debe tirar con los dedos aplastando su cuerpo, pues en este momento podría producirse la inoculación de fluidos infecciosos desde la garrapata hacia el cuerpo del hospedador. La forma correcta de retirarla es usando unas pinzas, de punta estrecha, a ser posible curvadas, con las que sujetaremos la garrapata por su zona bucal, lo más cerca posible de la piel del hospedador, evitando aplastar el cuerpo.

 

A continuación realizar una tracción continua y lenta (podría llevarnos casi un minuto), progresiva, sin excesiva fuerza, nunca bruscamente, en perpendicular a la piel hasta conseguir su extracción. Nunca retorcer la garrapata. Si alguna parte del aparato bucal de la garrapata queda en el interior de la piel, usar la hoja de un bisturí o una aguja para extraer los restos; en cualquier caso si quedara algún cuerpo extraño lo normal es que pasados unos días fueran expulsados por nuestro cuerpo.
 
Aunque la mayoría de las picaduras de garrapata son inofensivas, estas pueden propagar a los humanos la enfermedad de Lyme causada por la Borrelia burgdorferi. Esta enfermedad causa artritis, trastornos del corazón y del sistema nervioso como encefalitis o meningitis, y la fiebre botonosa producida por Rickettsia canorii. La época de mayor riesgo para contraer esta enfermedad es al final de la primavera y el inicio del verano.