Son insectos de un tamaño muy pequeño 1,5-2mm y que a menudo la gente los confunde con los trips. Los colémbolos no tienen alas y tienen un apéndice en su parte trasera denominado fúrcula cuando el colémbolo se siente amenazado la fúrcula se dispara como un resorte catapultando al animal.
Suelen ser plagas agrícolas pero en ciudad podemos encontrarlos en jardines parques y en plantas de la casa. Si no los vemos habitualmente es porque la mayoría de las especies viven en el suelo, alimentándose de restos orgánicos en descomposición y no afectan a la planta aunque a veces podemos verlos en las hojas.
Lo cierto es que hay muy pocas especies de colémbolos herbívoras y, por tanto, son muy pocas las posibilidades de que se transformen en plaga. Pero como en todo hay excepciones; la especie Protaphorura armata (antiguamente conocida como Onychiurus armatus) fue una plaga de cierta importancia en los cultivos de remolacha azucarera españoles.